jueves, 28 de marzo de 2013

ENEMA CORPORATIVO


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Cómo acabar de una vez por todas con la cultura de Woody Allen y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
No es que eche de menos al españolito de la boina que llegaba del pueblo a la ciudad, ese mal llamado cateto de las películas españolas de antaño. El que llamaba a las muchachas “mozas” y a los muchachos “zagales”. Era un tópico que nos ha perseguido durante años. ¿Los españoles? Vagos, borrachines y vividores. Y dentro de España cada comunidad con su tópico en forma de cruz: los andaluces, los más vagos; los aragoneses, unos brutos; los catalanes, tacaños, por supuesto.

miércoles, 27 de marzo de 2013

ENTRE GUERRAS, ENTRE ARTES


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Casa tomada de Julio Cortázar y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Si te despistas, si bajas la guardia, estás perdido. Como un rayo de luz, como un flash la perderás. Es muy fácil, tremendamente sencillo, perder la esperanza en el ser humano.

martes, 26 de marzo de 2013

NUBE DE PLUMAS


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Plaga 99 de Jean Ure y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Hasta la fecha no tengo noticia de que haya existido un gato policía. Y eso me tranquiliza. No es que sea un delincuente y tenga cosas que esconder, pero hasta los inocentes se crispan ante la presencia de un policía. Si te paran en un control de alcoholemia, sufres, y puede que sean las diez de la mañana de un día laborable, pero tú piensas en la media botella de vino que te bebiste el domingo con la paella.

lunes, 25 de marzo de 2013

LIEBRES A LA JAPONESA


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer No te fíes de mí, si el corazón te falla de Eduardo Sguiglia y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Era una multinacional muy importante, no supieron decirme el nombre, era japonesa y eso ya es suficiente. Empresa japonesa, alemana, inglesa; eso siempre da caché a la situación. Todos estos grupos empresariales tienen un consejo, digamos de sabios, que toman decisiones y crean proyectos faraónicos para aumentar el rendimiento y la productividad de la empresa.

lunes, 18 de marzo de 2013

LUPIN, ¿DÓNDE ESTÁS?



Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Un 45 para pagar los gastos del mes de Charles Bukowski y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Quizás es que soy un romántico, puede que haya leído demasiado o visto demasiado cine, esa puede ser una explicación, pero la cuestión es que creo que se ha perdido la clase.

viernes, 15 de marzo de 2013

ALFIL DE DULCE DE LECHE

Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer La tabla de Flandes de Arturo Pérez-Reverte y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Yo era joven, aún no era adolescente, y tampoco preadolescente. Esa maravillosa época, o terrible, según se mire, en la cual tu madre aún elije tu ropa. No sé si lo recordáis. Creo que me quedaré con la parte de terrible, pues me ha venido a la memoria el atuendo que me eligió mi madre para el campeonato de ajedrez. Me puso pajarita. Pajarita, pero ¿quién carajo usa pajarita? Bueno, es probable que alguien la use y es aún más probable que esa persona la elija por su propia voluntad. Pobre de mí.

jueves, 14 de marzo de 2013

DENOMINACIÓN DE ORIGEN


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer La colmena de Camilo José Cela y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
El queso idiazabal, el chacolí de Bizkaia, la cereza del Jerte, el pimentón de la Vera, la sidra de Asturias, el pimiento del piquillo de Lodosa, la mantequilla de Soria, el jamón de Guijuelo. Todos estos productos tienen denominación de origen, lucen orgullosos sus etiquetas, que despejan la duda, que advierten al consumidor de que no está comprando cualquier queso ni cualquier vino, está comprando un producto oriundo de un lugar.

miércoles, 13 de marzo de 2013

PAPILLOTE



Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Casa negra de Stephen King y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
El artículo comienza así: “El joven, de 21 años de edad y de nombre James White, admitió que lo hizo al estar bajo los efectos del alcohol, si bien no se ha podido aclarar si el animal había fallecido antes de los hechos o si fue la cocción lo que acabó con su vida. Esta incertidumbre es, según informa la revista Cambridge, lo que le ha evitado ingresar en prisión”.

martes, 12 de marzo de 2013

JOHNY WEISSMÜLLER



Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Compañeros de celda de Roberto Bolaño y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
No soy un amante de los deportes, no es ningún secreto. Tengo amigos que esperan como agua de mayo a que llegue el verano para poder ver el Tour de Francia; puedo llegar a comprender que a alguien le guste salir los fines de semana con su bicicleta, pero estar tres horas frente al televisor para ver a señores con las piernas depiladas pedaleando por una carretera sin fin…

lunes, 11 de marzo de 2013

TE QUIERO PAPITO, TE AMO MAMASOTA


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer El americano impasible de Graham Greene y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Dormíamos a pierna suelta, era domingo y yo había guardado el teléfono móvil en el cajón de la mesilla de noche el viernes, justo cuando llegué del trabajo. “Este fin de semana no estoy para nadie”. De vez en cuando os recomiendo un fin de semana sin gente, sin nadie; si sois solteros, quedaos solos, y si tenéis pareja, quedaos a solas con ella sin padres, ni madres, sin amigos, sin suegros, sin tíos, sin cumpleaños, sin comidas familiares, sin fútbol, sin afeitarse… Es gloria bendita, os lo aseguro.

viernes, 8 de marzo de 2013

¿ASÍ VAS A SALIR A LA CALLE?


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer El loto azul de Hergé y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
¿Eres Keith Richards? No, ¿Joe Ramone? Tampoco. Muchacho, ¿por qué te empeñas en usar pantalones pitillo?
Nunca he sufrido demasiado el tema de las modas; a pesar de vivir en una sociedad donde la moda lo es todo o prácticamente todo, he sabido salir indemne.
Mis camisas son clásicas, mis pantalones, tejanos de nueve euros comprados en un centro comercial, no están gastados, ni rotos, no son demasiado anchos y, por supuesto, no enseño los calzoncillos. Digamos que mi moda es una moda cómoda y económica.

jueves, 7 de marzo de 2013

CONSOLADOR Y ALAMBRE DE ESPINO



Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Residencia en la tierra de Pablo Neruda y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Internet tiene un sinfín de posibilidades, unas buenas y otras no tanto. Puedes encontrar en un santiamén la información que quieras prácticamente sobre cualquier tema y eso puede ser bueno o malo, depende de cómo lo utilices. Por ejemplo, cuando Frida cogió su primer y último celo, al principio, como dueños de mascotas primerizos, no sabíamos exactamente qué sucedía; digo al principio porque con los días el comportamiento era más que evidente. Cuando una hembra pone el culo en pompa, aparta la cola para abrir camino y te mira con ojos de deseo sólo puede significar una cosa. Pero al principio dudábamos, así que Gal·la se metió en Internet y buscó; cientos de foros y páginas le dieron una respuesta rápida y útil.

miércoles, 6 de marzo de 2013

TREINTA Y SIETE ALMOHADILLAS


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer El chino de Henning Mankell y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
¿Dónde están las cabinas telefónicas? Han desaparecido. Estoy convencido de que hay adolescentes que jamás han hablado a través del teléfono de una cabina y estoy más convencido aún de que dentro de pocos años habrá jóvenes que jamás las habrán visto.

viernes, 1 de marzo de 2013

A SOÑAR QUE SON DOS NOCHES


Me senté con Frida retozando en mi regazo a leer Del cabildo al shoping de Enrique Pinti y, mientras lo ojeaba y acariciaba a Frida, me puse a pensar…
Cuando Gal·la se fue me senté un segundo en el sofá, me rasqué la calva, bostecé y me pregunté qué carajo hacía un cóndor anidado en mi salón. Diré, en honor a la verdad, que el pájaro en cuestión, obviamente, no estaba en mi salón; había estado allí, pero en un sueño. Un sueño desconcertante, prácticamente una pesadilla.Me levanté con angustia, con peso en el pecho, los ojos cansados, los notaba hinchados, doloridos, como la mandíbula, habían estado apretados durante demasiado tiempo, en tensión.