Se puede luchar contra un oso pardo, contra un
tigre o contra un tiburón, todo es posible, se precisan agallas y ningún
respeto por el dolor o la muerte. Pero nunca nadie podrá luchar contra la burocracia.
Es un monstruo enorme, lento, creado por la mente del hombre, que come
documentos que se alimenta de tiempo, de perseverancia, ¿Su mejor arma? la
erosión, desgasta la paciencia de los que luchan contra él. Se posiciona en su
lugar y espera, acepta documentos, solicita triplicados y sellados, sobres lacrados,
certificados, exige resguardos, partidas de nacimiento, de defunción, datos
fiscales y tarde o temprano, vence.