miércoles, 26 de febrero de 2014

MIS GAFAS DE PASTA AZUL Y MI VIRGINIDAD

Por aquel entonces estaba leyendo el lector de Bernhard Schlink. Pensé en una mujer madura y calenturienta mientras estaba suspendido en el aire. Uno aprende a leer tarde, en realidad yo aprendí a leer tarde y cuando digo leer quiero decir comprender todos los colores de una lectura, entiéndanme.  Así que mientras estaba suspendido en el aire, sólo tenía un color en mente, una mujer madura y calenturienta. Lo siento.

martes, 25 de febrero de 2014

EL DESPIDO

―Queda usted despedido.
―¿Cómo dice?
―¿Es usted Salvador González Silvestre?
―Sí…
―Entonces es correcto, está usted despedido.

viernes, 21 de febrero de 2014

EL COLLAR DE COJONES

Maldijo para sus adentros, maldijo una y mil veces las manos heladas de ese doctor. Maldijo otras mil veces más su ridícula situación, sus pantalones bajados, los calzoncillos por las rodillas, los testículos al aire y las heladas manos del  urólogo.

martes, 18 de febrero de 2014

SACAR LA BASURA

La pequeña Gal·la se entretenía con una cocinita de juguete y su abuela la miraba sentada en la mecedora mientras zurcía unos calcetines.
—¿Qué quieres que te haga para comer yaya?
—Una sopita bien calentita.
Cogió una diminuta cazuela y comenzó a introducir verduras de plástico, un tomate, una zanahoria, un trozo de brócoli… Y simulando encender el fuego empezó a remover con una cuchara de madera.

lunes, 17 de febrero de 2014

ASUNTOS PROPIOS VII: Adiós

Levon me miraba desde el quicio de la puerta, sujetando la escoba como si se tratase de una escopeta. Receloso me observaba montar el árbol navideño que había comprado en la feria.
—Yo no soy tan simpático como parece —Le comenté a la tendera intentando excusarme.
Había sorteado a cientos de personas que parecían llevar anteojeras y se llevaban a todos sus semejantes por delante, y lo hice con una sonrisa, no me pude ver reflejado en ningún escaparate, pero la notaba en la cara y mi bigote, tan poco acostumbrado no sabía que hacer ante esa mueca, estaba tan descolocado como yo.

martes, 11 de febrero de 2014

ASUNTOS PROPIOS VII: Un músculo de amor

Cuando fui investido presidente, en una sencilla ceremonia a la que sólo acudí yo y una botella de excelente orujo blanco, asumí además del respeto de mi vecinos (como ya se ha podido comprobar) alguna tarea un tanto desagradable, entre ellas reunirme periódicamente con el administrador de la finca para tratar temas tan anodinos como la reparación del cable del ascensor que había sido mordisqueado por una nueva raza de ratas mutantes capaces de lacerar el acero o el saneado del tejado, el mantenimiento del cual había sido inexistente desde la década de los treinta, consiguiendo así que el agua de la lluvia filtrase en el techo del vecino del ático creando una espesa capa de hongos y musgo en el techo de su vivienda.

martes, 4 de febrero de 2014

ASUNTOS PROPIOS VI: En guardia

Comí un bocadillo de camino a casa de mi padre, sin detenerme, simplemente lo compré y lo comí mientras caminaba. MI padre no cocinaba, en realidad no cocinaba para otros, sólo para él, yo no iba a comer, él me lo había dicho cientos de veces, eso no era una pensión, tenía que tomármelo más en serio, era y será un casino. Pero no un casino de película, con risas y champán, un casino que huele a naftalina y donde si el contrincante te pilla haciendo trampas es capaz de abrirte la cabeza a bastonazos. Así era la casa de mi padre.