Yo estaba frente a Bruce, él se limpiaba el monóculo con un
diminuto pañuelo blanco que había sacado del puño de su camisa, se acercaba el
anteojo a la boca, lo empañaba y seguía con la meticulosa limpieza. No podía
parar de mirarlo, pasé el dedo índice y pulgar por las puntas de mi bigote
estilo walrus y esperé la respuesta a
mi pregunta:
—Bien sûr, je peux être végétarien , ont toujours été,
mais jusqu'à présent, ne savait pas . Maintenant, je suis vraiment heureux.