Como un galán añejo, de esos que usan
tintes naturales para oscurecer las canas y visten pantalones de cuero para
hacer creer que son esos maduritos interesantes y roqueros, he visto a David
Hasselhoff en Alemania. Montado en una furgoneta con bafles cantando Looking for Freedom.
Parece ser que una empresa pretende
construir un rascacielos en Berlín y no han encontrado un lugar mejor que donde
se alza el último tramo del muro de Berlín. Se ha organizado una plataforma de
ciudadanos que se manifiestan diariamente en contra de esta nefasta iniciativa,
y han hecho un llamamiento a todos los famosos y personajes mediáticos para que
se unan a su protesta. Estaban en la ciudad George Clooney y Matt Damon que no
se si finalmente se unirían a la protesta, pero el que si lo hizo fue el mítico
David Hasselhoff. El vigilante de la playa, el conductor del coche fantástico,
ese sexymbol de los ochenta.
Algo había oído pero por alguna
extraña razón mi mente había querido olvidarlo, así que comencé a investigar un
poco. Parece ser que a Hasselhoff como a muchas otras estrellas se les terminó
el tirón y tras protagonizar las series ya nombradas dejaron de llamarlo. El
teléfono dejó de sonar y con él se apagó también su popularidad, pero por esas
cosas del destino, por esas casualidades de la vida, él éxito le volvió a sonreír
pero no lo hizo allá en su casa, en los Estados Unidos, lo hizo en la vieja
Europa. No sé quién, pero alguien le dijo a David que sería una buena idea ir a
cantar a Alemania y no estoy hablando de la aparición reciente en una roñosa
furgoneta con altavoces atados con alambres, hablo de finales de los ochenta
principios de los noventa.
Sin más, David Hasselhoff arrasó en
Alemania, ¿inexplicable? Del todo, no hay una explicación lógica para estos
sucesos. ¿O a caso alguien podría explicar el motivo del éxito de King África
con su Bomba en nuestro país? Pues
eso.
Yo os pido encarecidamente que no os
perdáis este vídeo donde aparece el ex vigilante de la playa cantando junto al
muro de Berlín, no tiene desperdicio, os lo aseguro.
Hace años estuve en Alemania y no
recuerdo escuchar esta canción, pero tras ver el vídeo no me queda otra que aceptarlo,
el horripilante “cantante” americano triunfando en la vieja Europa, disfrazado
de roquero, con pañuelo en la cabeza y chupa de cuero.
Sinceramente, mientras escribo esto
no sé si mis lectores de Alemania (un plural un poco atrevido quizás) entenderán
esta historia como un homenaje, pero intenta serlo. Que un personaje como David
Hasselhoff, al que por alguna extraña razón yo asocio a Bertín Osborne (¿no hay
un parecido razonable?), haya triunfado Alemania me gusta. No hace tanto que lo
veíamos tirado en el suelo de su casa borracho como un piojo intentando
zamparse una hamburguesa, y ahora de golpe lo veo de nuevo frente al muro de
Berlín, cantando: “Una mañana de junio, hace unos veinte años, nací hijo de un
hombre rico. Tenía todo lo que el dinero podía comprar, pero no tenía la
libertad. He estado buscando la libertad, he estado buscando todo el tiempo, he
estado buscando la libertad. Aún así, la búsqueda continúa. He estado buscando
la libertad desde que así de mi ciudad natal. He estado buscando la libertad,
todavía no la pude encontrar” Toma, toma, toma!!!!
Son momentos querido lector, momentos
de la historia que nunca se repetirán, Boris Yeltsin bailando con una cogorza inhumana,
Arrabal hablando sobre el milenarismo (curiosamente también un poco
perjudicado), Ruiz Mateos con el “Qué te pego leche” y ahora David Hasselhoff,
en realidad no ahora, sino cuando lo petaba en Alemania. Y si hay que agradecérselo
a alguien es al pueblo alemán, por que dudo, aunque nunca se sabe, que hubiese
triunfado en otro sitio. Así que por esto y por otras muchas cosas más,
¡Gracias Alemania!
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