Ha llegado el momento de colgar el
cartelito, ese cartelito que cuelga el bar del barrio o la mercería, un cartel
de papel escrito a mano. Un cartel que rece: “CERRADO POR VACACIONES”.
Cuando iba al colegio recuerdo el último
día, que ya no era colegio ni era nada. Las clases ya habían terminado, no tenía
sentido seguir con el temario ni hacer nada relacionado con la educación, así
que a lo único que nos dedicábamos era a jugar. Corríamos por los pasillos,
visitábamos otras clases, todo aquello que se nos prohibía hacer el resto del
curso. Se levantaba la veda. Se preparaba la fiesta de fin de curso, los
nervios a flor de piel y tres meses de vacaciones frente a nosotros.
Ahora pienso en tres meses de
vacaciones y se me eriza el pelo de la nuca. ¡Qué maravilla! Pero había algo,
algo que nunca entendí, los deberes de verano. ¿A quién carajo se le ocurrió
semejante idea? Lo de leer un libro pase, de todas formas lo hubiese leído,
pero… ¿Cuadernos de gramática o de matemáticas? Hay que ser sádico. ¿Alguien
puede decirme cuando es el mejor momento para hacer los deberes en vacaciones?
Siempre hay cosas que hacer, mucho
más interesantes y divertidas que deberes en pleno mes de julio o agosto. Llega
la época de los parques, de las playas, de irse de camping, de comer gazpacho y
hacer la siesta, de jugar a fútbol hasta tarde, de ir al pueblo, de ir en
bicicleta como un loco, de jugar con globos de agua, de buscar lagartijas entre
las rocas, de buscarse una novia de verano (o un novio de verano), pero les
aseguro y lo digo por propia experiencia que no hay tiempo para gramática, no
hay tiempo para matemáticas, ni para comprensión lectora, no tiene sentido un
cuadernillo de caligrafía, ni hacer redacciones en inglés.
No creo que sea por eso, pero este
año, que es el primero de mi blog, me tomaré la revancha y bajaré la persiana
durante un mes. Un mes en el que por supuesto de vez en cuando pensaré en
vosotros, perdón, en usted querido lector, aunque la duda es si usted pensará
en mí. Quizá usted también se toma un respiro y deja de leerme en su móvil de
camino al trabajo, pues ya estará de vacaciones o simplemente deja de chequear
su ordenador a diario y poco a poco me olvida.
Así pues vamos a darnos un respiro
durante este mes de julio, volveré con las pilas cargadas, con más historias,
con más anécdotas, el mundo de todas formas no cesará de trabajar así que
ustedes podrán seguir disfrutando de muchas otras cosas, yo lo haré y cuando
vuelva, si quieren lo pondremos en común.
Sólo les pido una cosa, que me sean
fieles y no hablo de que no lean otros blogs, ojalá lo hagan. Séanme fieles en
ser felices, en disfrutar de esta tregua veraniega de sus trabajos, de las
oficinas y despachos. Compartan el tiempo con gente a la que quieren, coman
cosas ricas o simplemente disfruten de no hacer absolutamente nada. Ya está la
cosa suficientemente jodida como para no disfrutar de lo que nos regala el
enemigo, las vacaciones. ¿Quién sabe?, Quizá mientras dormitan en el sofá después
del arroz ven por televisión como meten a alguno en prisión, algún defraudador
por ejemplo, eso sería suficiente.
Sean felices, yo por lo pronto
intentaré colgar el cartelito sin faltas de ortografía. Nos vemos en agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario