jueves, 22 de agosto de 2013

PALOMO COJO

Es un hecho más que evidente, los gays nos llevan años de ventaja. No es que sean desviados, sodomitas, maricones, nada de eso, habladurías, nosotros los “normales” vivimos en la edad media, mientras ellos están en el renacimiento, en la edad de las luces, con grandes ideas que los hacen inigualables. ¿Cómo sino se les iba a ocurrir lo del orgullo gay? Señores, que no es una manifestación, no es una reivindicación, ¡que quedan pa’ follar! Y nosotros ligando en las discotecas como tarados, invitando a copas y pagando fantas.

No sé si me pondré en contra al colectivo heterosexual ―pues también somos un colectivo― pero a los hombres heterosexuales nos mola un huevo poder decir que tenemos amigos homosexuales. Lo decimos, con una normalidad forzada, si fumamos lo soltamos junto con el humo, como el que no quiere la cosa: “Mi amigo paco, que es gay, me dijo el otro día….” ¿Qué es gay? Sorprendentemente el hecho que sea gay pocas veces aporta absolutamente nada a la conversación, pero si tienes un coche deportivo lo tienes que decir, no vale con decir que el fin de semana te fuiste a la playa, tienes que decir que te fuiste a la playa con tu coche deportivo.
Bueno ¿pues saben qué? Yo también tengo un amigo gay. Sí, sí, pero gay, gay. Y comemos juntos y todo, y me cuenta sus cosas y yo le cuento las mías. Y hablamos en femenino porque somos maricas modernas, que le vamos a hacer, somos modernas. Ella es marica y yo soy su amigo hetero y se lo cuenta a sus otras amiguitas y se ríen y le preguntan si me depilo y cuando les dice que no, flipan. Y les comenta que digo cosas como “al carajo” o “no me toques los cojones macho” y se ríen dando saltitos y flotando como mariposas….
Perdón, lo he vuelto a hacer, mi madre no estaría orgullosa, me he puesto sarcástico sin querer. De pequeño me trate en una psicoanalista Lacaniana pero fracasé en el intento, o fracasó ella, es lo mismo. No crean que mi intención es ponerme progre a estas alturas y comenzar con un discurso pro gay, en realidad no soy pro gay. Me importa un reverendísimo carajo la tendencia sexual de cada uno, por eso no soy ni pro gay ni pro hetero.
Lo más jodido del tema, es que los heterosexuales no nos enteramos de la misa la mitad, pues creemos que los homosexuales son una logia secretísima, que guardan sus mandatos de forma oculta y masónica. El problema es que no preguntamos joder. Así que yo he preguntado, y lo hago por todos aquellos heteros tarados que no lo hacen, para todos aquellos mamones que creen que todos los gays están enamorados de ellos por el simple hecho de ser hombres.  Sólo hay que ver cómo se comportan los hombres heterosexuales en los vestuarios de los gimnasios… tensos, con esa mirada que sospecha hasta de su sombra. Pues creen a pies juntillas que cualquier gay que pase cerca de ellos se les tirará encima con lujuria y pasión. Esto se cura sólo con el tiempo cuando te das cuenta que ni el más desesperado de los homosexuales, ni la más solitaria de las heterosexuales te tocaría ni con un puntero láser. En fin, me he ido por los cerros del carajo, decía que están a años luz de nosotros, y es algo evidente y que yo lo he preguntado, que preguntando se llega a roma y a la fiesta gay más cercana.
El otro día comiendo un menú con mi amigo marica Tino ―ya saben lo heteros que tenemos amigos homosexuales, podemos llamarles maricas, pues somos modernos, los que no los tienen no, porque son homófobos―, entre mordisco de sus escalopas y mordisco de mi bacalao a la llauna se lo pregunté: “Oye, ¿esto del día del orgullo, que os juntáis y tal? No es una manifestación, ¿no? Es una quedada para ligar y follar, ¿no?” Él me miró sorprendido, pero no por que pensara que soy un retrógrado recalcitrante, nada que ver, me miraba extrañado  por que se me ocurriese dudar que no fuese para eso. Y con esto quiero decir que… los heterosexuales somos muy gilipollas, ¿cómo no se nos habrá ocurrido antes a nosotros? Quedar todos los heteros, hacer una charanga, una cabalgata, emborracharnos y ale a fornicar… ¿Se dan cuenta que estamos muy atrasados?

Es evidente que no puedo definir una evento de tal calibre por la opinión de un gay cualquiera, en realidad no es cualquier gay… es Tino. Pero oye, a uno se le quita un peso de encima cuando por lo menos sabe que uno de ellos ―¿ha sonado como si hablase de los extraterrestres, no?― piensa como pensaría un heterosexual. ¡Vamos que nos vamos, que esto es como pescar atunes en un barreño!

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