miércoles, 15 de mayo de 2013

CIENTO VEINTINUEVE MILLONES OCHOCIENTOS SESENTA Y CUATRO MIL OCHOCIENTOS OCHENTA


Es realmente sorprendente. La primera fue una producción de Herbert Brenon en 1926, la segunda fue dirigida por Elliot Nugent en 1949, la tercera por Jack Clayton en 1974, más tarde en 2010 realizaron una versión para televisión, esta cuarta fue dirigida por Robert Markowitz, y ahora, por si no fuese suficiente, en 2013 Baz Luhrmann hace una nueva versión con Leonardo de Caprio. Hablo de El gran Gatsby.


La incesante aparición de nuevas versiones o, como se conocen popularmente, remakes, me tiene preocupadísimo. ¿Realmente es preciso realizar cinco versiones de la misma película? Quiero decir, ¿es preciso que se lleve a la pantalla la novela de Fitzgerald en cinco ocasiones distintas? ¿A nadie se le ha ocurrido pensar que desde su tumba el ilustre Scott Fitzgerald debe pensar que somos realmente estúpidos? ¡Cinco versiones! ¿En serio? ¡Cinco malditas películas que tratan sobre el mismo libro!, la misma historia, los mismos personajes.

Cabe la posibilidad que se pudiese perdonar al hacedor de estas películas si creyese que no se ha tratado bien la película, que el alma de la novela no ha sido plasmada con sinceridad. Pero ¿cinco veces?
Lo único que saco en claro, el mensaje que saco de esta sinrazón, es que la gente de Holywood ha perdido el norte, se han vuelto realmente locos. Entiendo que lo que me quieren decir con esta repetición anodina es que de entre los miles de guionistas que corren pos sus calles, las hordas de directores noveles y el enjambre de escritores con nuevas e interesantísimas novelas no hay nada, ni uno, que valga la pena. ¿Se acabó? Por lo menos es lo que me dan a entender.

Trilogías interminables, precuelas, remakes, versiones extendidas, montajes del director, remasterizaciones… y muy poca originalidad. ¿Cuántas veces tendré que ver a los superhéroes encarnados por distintos actores? A los niños les encanta ver una y otra vez las películas que ya conocen, así se evitan sorpresas. Lamento comunicar a los estudios de cine que sus espectadores no somos niños, y que estamos hasta el escroto de ver una y otra vez la misma historia.

Quiero puntualizar, la misma historia se lleva contando desde el teatro griego. No se ha inventado nada nuevo, es cierto, lo único que se ha hecho es desestructurar, modernizar y crear a partir de lo ya creado, eso es bueno, pero, maldita sea, no es preciso que se hagan cinco versiones de una misma novela. ¿Nadie ha leído nada más? Parece ser que a lo largo de toda la historia de la humanidad se han publicado alrededor de 129.864.880 libros… y a esta gente le da por hacer cinco versiones de un solo libro.
Os hago una recomendación: que dejéis tranquilo al bueno de Di Caprio, un actor que, dicho sea de paso, está demostrando su valía y ha logrado salir airoso de las portadas de la Superpop, cojáis la novela de Fitzgerald, creéis vuestro propio Gatsby y, cuando lo terminéis, tenéis ciento veintinueve millones ochocientas sesenta y cuatro mil ochocientas ochenta nuevas historias que vivir.

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